Peldaños

12.06.2025

Hay días en los cuales los pájaros, al cantar, te prestan sus alas.

Son esos días en los cuales una zancadilla te revuelca por el piso y se te magullan las ganas.

Los buenos recuerdos se te caen del corazón y tardás en levantarte, te quedás en el suelo juntándolos. Después, manoteas las ganas, te ponés de pie y, al mirar alrededor, sacudís la pena del alma.

Levantas la mirada y en la rama de un árbol ves a un gorrión. Te acordás de aquellos gorriones, esos que en aquel lejano banco de nuestra plaza acompañaban nuestros sueños. Y este, en complicidad con tu recuerdo, te regala un sorprendente y armonioso gorjeo.

Y ahí, al subir los escalones, te das cuenta de que te renacieron las alas porque, al llegar al último peldaño seguís subiendo.